Teresa Ríos es la nueva CEO de IBD Global, una compañía que en la actualidad cuenta con un centenar de empleados por todo el país y que crece en todas sus líneas de negocio. Una larga trayectoria, una posición destacada en la industria y alianzas consolidadas con las principales marcas del mercado los han llevado a ser líderes en la distribución de soluciones innovadoras de seguridad electrónica.
Teresa Ríos, que responde a estas preguntas, toma la batuta de la organización con una dirección basada en una visión estratégica y renovadora.
Háblanos un poco de tu trayectoria profesional y cómo has llegado hasta aquí.
Mi trayectoria profesional siempre ha estado vinculada al desarrollo de equipos y a la transformación de negocios. A lo largo de mi carrera he tenido la oportunidad de liderar diferentes sectores y proyectos en la parte de telecomunicaciones y en los últimos años descubrí el mundo de la seguridad electrónica, donde creo que he podido aportar una visión diferente y estratégica.
¿Qué te inspiró a dar el paso de incorporarte a IBD Global?
Cuando me plantearon liderar esta nueva etapa, no me hablaron de un crecimiento simplemente, me hablaron de crecimiento sin límite, de un proyecto para liderar el sector de la distribución de seguridad en España. Pero más allá de ese proyecto, lo que me llamó la atención fue la calidad humana, fue esa conexión que hubo desde el primer momento donde me sentí escuchada y valorada.
Percibí una gran cercanía y una cultura humana absolutamente diferente. Aquí nos cuidamos uno de los otros y es lo que se llama el ADN de IBD.
¿Qué fortalezas has encontrado en la compañía en estos meses?
Pues he encontrado muchísimas fortalezas, sería difícil resumirla, pero voy a destacar un par de ellas. Una es, como decía antes, el equipo, el equipo humano. Aquí hay mucho talento, talento comercial, talento técnico, talento de proceso, un largo etcétera, con muchísima implicación y muchas ganas de hacer las cosas.
Y por otro lado, la mentalidad y la actitud. Aquí no se trabaja solo para mantenerse, sino para crecer y lo lleva cada uno de los empleados grabado a fuego. Esto nos permite tener las herramientas para el paso que queremos tener.
En tu opinión, ¿qué diferencia a IBD Global de sus principales competidores?
Pues lo que nos diferencia no es un catálogo ni son precios. Aquí lo que nos diferencia es lo que decía antes, es el ADN, es nuestra manera de relacionarnos, nuestra manera de escuchar al cliente, de entenderlo, de atender sus necesidades y de nuestra cercanía y nuestras ganas de construir algo a futuro y a largo plazo con ellos.
IBD Global cuenta con una plantilla de casi un centenar de empleados en diferentes sedes, ¿cómo se promueve la cultura corporativa y se gestiona a las personas en este entorno?
Efectivamente, tenemos gente repartida en cada una de las zonas: en Barcelona, en Cantabria y en Madrid, con personas de cada departamento en cada una de las delegaciones.
Lo hacemos a través de los directores de cada área, donde ellos lideran a su equipo y unifican para que todos rememos a una. Para lograrlo, mantenemos reuniones periódicas, visitamos las diferentes sedes, porque liderar es también estar cerca. Además, cada año realizamos un kick off de venta con todo el equipo comercial y una convención anual con todos los empleados, donde vemos nuestros resultados, nuestra visión y compartimos nuestra estrategia. Porque la cultura no se improvisa, se trabaja, se contagia y se vive.
¿Qué desafíos crees que enfrenta el sector de la seguridad?
Pues el sector de la seguridad está sufriendo una gran evolución. Siempre ha sido un sector muy tradicional, pero hoy en día con la digitalización, con la inteligencia artificial, con el nuevo relevo generacional, nos enfrentamos a unos retos nuevos. Todo esto nos abre una cantidad infinita de oportunidades, pero también una exigencia de estar cada vez más preparados. Los clientes esperan más innovación, más servicio y más valor añadido.
¿Cuáles son las claves de IBD Global para seguid liderando el mercado de la seguridad?
Pues para mí lo más importante es tener claro quiénes somos y hacia dónde vamos. Seguir construyendo relaciones de valor con nuestros fabricantes, aportando a nuestros clientes la mejor experiencia. Apostar por el conocimiento técnico y el mejor servicio que hemos ido acumulando a lo largo de estos años. Vamos a seguir evolucionando, creciendo y demostrando que hay maneras diferentes de hacer las cosas.
Si pudieras definir con una palabra el futuro de la compañía, ¿cuál sería?
Sin duda, liderazgo. Queremos liderar el mercado, ser la apuesta segura, la primera llamada, la opción natural. No queremos limitarnos a estar en el mercado, queremos transformarlo.